Y yo pienso que la culpa de los retrasos son las prisas, la mala gestión y, a pesar de lo que digan, las pocas pruebas realizadas en la nuevas líneas. Pero eso es lo que he leído en elperiódico.com: la informática tiene la culpa.
Y seguro que cuando inauguren la LAV a Barcelona también le echarán la culpa a los ordenadores; y está claro que, como no tomen nota de lo que está pasando en las líneas Madrid-Valladolid y Madrid-Málaga, les va a pasar lo mismo.
¿No es mejor dejarse guiar por la coherencia y no por las prisas? Está claro que, con elecciones a la vista no. Es mejor hacerlo todo deprisa y corriendo y no probar bien los sistemas y trenes, a pesar de que estos son nuevos y todo lo nuevo requiere un tiempo de adaptabilidad y recorrido.
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