El truco está en tener instalado Google Gears, el cual, habilita una caché en nuestro ordenador donde tendremos almacenado el correo de Gmail. Siempre que dispongamos de una conexión, accederemos a los datos que tengamos almacenados en los servidores de Google, además de tener sincronizada la mencionada cache con dichos datos.
Si se pierde la conexión, Gmail cambiará automáticamente al modo offline y usará los datos almacenados en nuestro ordenador. En caso de que enviemos algún mensaje en modo offline, será almacenado en la "bandeja" de salida y, una vez que volvamos al modo online, serán enviado a sus destinatarios.
Para activar la funcionalidad comentada, disponible por el momento para usuarios de Estados Unidos y Reino Unido, hay que ir a la pestaña Labs de Gmail situada en las opciones de configuración y hacer lo siguiente:
- Seleccionar habilitar Offline Gmail.
- Pulsar guardar cambios.
- Cuando el navegador recargue la página, se verá un nuevo enlace en la parte superior derecha denominado "Offline 0.1". Tan solo es necesario pinchar sobre el enlace para comenzar la instalación del modo offline y descargar Gears si aún no lo habéis hecho.
Enlace: Official Gmail Blog
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