Los nuevos horarios de Renfe, que entrarán en vigor a partir del próximo 14 de Diciembre, tienen algo de bueno y algo, por no decir mucho, de malo para la capital burgalesa.
La cuestión es que, se mejora la comunicación con el País Vasco al implantar servicios Alvia con Bilbao e Irún, eso sí, teniendo en cuenta que circularán unidos hasta Miranda, lo que implica que seguirán pasando dos Alvias por sentido por Burgos; y sin embargo, se pierde el InterCity que realizaba su viaje hasta Madrid por Valladolid.
A este panorama, hay que unirle que, finalmente se reestablecerá el Talgo entre Madrid y Burgos vía Aranda de Duero, el cual, finalizará su viaje en Burgos y, lo peor de todo, tendrá un horario similar a uno de los Alvia, lo que implica no tener una alternativa horaria flexible para la región de Burgos.
El mayor problema de todo radica en que, Renfe sigue con la supresión de trenes y paradas, que según ellos no son rentables, manteniendo una política de olvido hacia poblaciones que no disponen de otros medios de comunicación y hacia aquellos usuarios que disponen de bajo o medio poder adquisitivo.
Señores, no es la vía. Sigan restando y se quedaran sin nada.
Vía: Diario de Burgos
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