Al contrario que el día anterior, apareció despejado, con un sol radiante aunque, dada la apretada agenda de ese día, eran las ocho de la tarde cuando pude acercarme hasta la estación para ver pasar a los últimos trenes.
Apenas había pisado el andén principal de la estación, por megafonía anunciaban el Alvai procedente de Irún y Bilbao. Había entrado en vigor el nuevo horario de Renfe y dicho tren, venía en doble composición, 372 metros de tren que pasarían por la estación burgos-Avenida por primera y última vez.
Poco después de partir el Alvia hacia su destino, Madrid, los siguientes en aparecer eran los dos trenes de media distancia procedentes de Valladolid por vía 1 y de Vitoria por vía 2. Como se puede comprobar, poco antes de aparecer dichos trenes, los andenes estaban abarrotados.
Mientras llegaba el último tren que vi pasar por Burgos-Avenida, que no el último puesto que quedaban otros dos, decidí sacar alguna que otra interesante foto.
Poco después hizo acto de presencia el Miguel de Unuamuno, arrastrado por una locomotora de la serie 334 y procedente de Barcelona-Sants con destino a Salamanca.
Una vez que el mencionado tren abandonó por última vez la estación de Burgos-Avenida sobre las 21:20, tomé camino de casa dado qué, tenía que levantarme en apenas cuatro horas.
Después del Miguel de Unamuno, pasó el regional exprés procedente de Madrid y, por último, hacia las 23:15 horas, el Tren Hotel Francisco de Goya procedente de Madrid con destino a París.
Y, para completar un estupendo fin de semana ferroviario, os dejo con el primer tren que tuvo el honor de pasar por Burgos Rosa de Lima, el estrella Gijón-Barcelona remolcado por una 252 que llegó con algo de retraso debido a la nevada que había en Pajares.
Enlace: Variante ferroviaria de Burgos, Sábado, el fin de semana del cambio III
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