Estaba claro que la decisión de Microsoft de vender Windows 7 sin incluir Internet Explorer iba a traer cola y las primeras reacciones no han tardado ni 24 horas en escucharse.
Las primeras vienen de la mano de la Comisión Europea que ha dicho a Microsoft que la medida tomada por esta última puede ser buena para los fabricantes, dado que, ellos pueden elegir que navegador instalar en el ordenador, pero que no es nada buena para el consumidor final.
Así mismo, le han dicho a los de Redmond que podrían ofrecer varios navegadores con Windows 7 y que el usuario elija cual instalar.
Esto último, que puede ser complicado tanto para los fabricantes de navegadores como para la propia Microsoft, podría resolver mediante una opción donde elegir el navegador y descargarlo, por ejemplo, vía FTP sin la necesidad de integrar ningún navegador en el sistema.
Vía: Alt1040
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