Hace diez años, Miguel Moral, burgalés e ingeniero técnico químico, tuvo puso en práctica una gran idea que le rondaba por la cabeza: un tren turístico, y ecológico, para recorrer los tramos de vías férreas por donde, desgraciadamente, ya no circulan trenes, y así disfrutar del ferrocarril y de los hermosos paisajes por donde discurren esas vías, como por ejemplo La Fregeneda o varios de los tramos atravesados por el extinto Santander-Mediterráneo (la mayor parte ya sin vías).
De esa idea surgió el Trenpujo, así es como le denomina su diseñador y constructor, un vehículo que apenas requiere 20 o 30 minutos para su montaje (os lo puedo asegurar porque he participado una vez en un viaje) y capaz de alcanzar los 20 o 30 kilómetros por hora gracias a su motor de nueve caballos, además de estar dotado de tres marchas y una marcha atrás.
Lo mejor de todo, es que el invento de Miguel ha sido importado por un ayuntamiento catalán para recorrer un tramo férreo de ocho kilómetros en la zona conocida como El Cardener, en la provincia de Barcelona. Concretamente, fue el Consorcio de Promoción Turística de ese valle, integrado por doce ayuntamientos, el que se puso en contacto con el inventor del Trenpujo, y tras varias pruebas y la correspondiente homologación, una versión de este tren funciona por tierras catalanas desde hace un año.
El siguiente objetivo es conseguir que el Trenpujo pueda formar parte del proyecto "Un Tren de Cine", del cual os hablado alguna vez, objetivo que aún tendrá que esperar a que llegue la cesión de los tramos por parte del ADIF, ¿a qué esperan?
Por último, no me queda más que enviar mi más sincera enhorabuena a Miguel Moral, amigo y compañero de afición, y darle, a él a los implicados en el proyecto "Un Tren de Cine" todo mi apoyo para la consecución del mismo.
Enlace: Diario de Burgos
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