Tras el Consejo de Ministros celebrado en el día de ayer, viernes 20 de julio, la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció la liberalización del transporte por ferrocarril, la cual se hará efectiva a partir del 1 de julio de 2013. Durante la rueda de prensa, la ministra declaró que parte del déficit acumulado viene de las estaciones y de línea de trenes ineficientes, señalando que "hay tramos de infraestructuras que salen a 137.000 euros el kilómetro". Si haber escuchado la rueda de prensa de la ministra, me pregunto si ese gasto hará referencia a líneas de alta velocidad o convencional. Yo opto por las primeras, puesto que he visto tramos de las segundas que cuentan con muy poca inversión para su mantenimiento.
Tras este último Consejo de Ministros, el Gobierno ha aprobado un Real Decreto Ley en el que se fija la apertura efectiva a la competencia del transporte de viajeros por tren, por lo que otras operadoras que no sean Renfe podrán prestar sus servicios de transporte de viajeros por ferrocarril; medida con la que se busca "racionalizar y mejorar" los actuales servicios de transporte de viajeros que prestan Renfe y Feve en la actualidad, y que, junto con Adif, presentan un alto déficit económico.
Según Pastor, "en el uso de parte de la red ferroviaria, algunos servicios y estaciones, muestran ineficiencias y falta de rentabilidad económica y social. Hay 52 servicios de media distancia ineficientes. En ellos el índice de ocupación está por debajo del 15%" En este sentido, y no es la primera vez que lo digo, tanto Fomento como las operadoras ferroviarias nunca han apostado por realiza cambios en los servicios y adecuarlos a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Por ejemplo, ¿cuánta gente puede coger un tren de Bilbao a Madrid a las 17:10 de la tarde? Os lo digo, muy poca, porque no tiene un precio competitivo y no es el horario más adecuado.
Además, también se ha anunciado que Feve desaparecerá como empresa, y pasará a forma parte de Renfe, la parte operadora, y de Adif, la parte de infraestructuras. Asimismo, Renfe quedará dividida en cuatro sociedades: Viajeros, Mercancías, Mantenimiento y Material Rodante; otorgándosele a ésta última todo el material para alquilarlo.
Probablemente, es este último movimiento el que más polémica ha suscitado y el que, a mí personalmente, más me ha llamado la atención, puesto que estaría ante un modelo de empresa radicalmente diferente a otros modelos europeos.
En definitiva, si bien son necesarias algunas actuaciones radicales para mejorar el modelo de transporte ferroviario de nuestro país, tanto de viajeros como de mercancías, también es cierto que el principal problema creo que ha sido y seguirá siendo la enorme inversión que se ha hecho para llenar nuestro país de líneas de alta velocidad, además de tener, en muchas líneas, servicios totalmente inadecuados para los potenciales usuarios de dichas líneas.
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