Broma o no, el hecho es que este nuevo e interesante desarrollo, que se dio a conocer hace unos días en una publicación de la mencionada universidad, consiste en una batería completamente funcional, que deja pasar un 62% de luz a través de su estructura y que, además, es flexible.
El motivo que ha llevado a Yi Cui y a su colega Yuan Yang a realizar esta novedosa batería es el de "desarrollar una batería potente y más estética, además de, gracias a su transparencia, permita estudiar mejor los procesas que tienen lugar en su interior".
Para el desarrollo de la batería transparente, el equipo de Cui ha tenido que sustituir prácticamente todos los materiales de una batería convencional. Y es que, el núcleo de estas baterías está compuesto por dos rejillas de un material llamado Polidimetilxilosano (se usa en cirugía plástica y lentes de contacto), para después, y con el fin de hacerlo conductor, recubrirlo de partículas microscópicas de metal.
Según afirma Cui, el ojo humano no puede distinguir partículas por debajo de los 50 micrones, por lo que, si se alinean de forma correcta, es como si fueran transparentes. Los filamentos de las rejillas del material mencionado miden sólo 35 micrones. Posteriormente, la estructura es sumergida en un gel transparente que hace las veces de electrolito y encapsulado en una cubierta transparente.
Además, para aumentar la potencia de esta baterías, no ha más que añadir capas de esta estructura (se pierde algo de transparencia). Como todo, estas baterías tienen ventajas, la batería es funcional y su coste de producción es el mismo que el de una batería de Ion-Litio convencional; e inconvenientes, puesto que con el mismo tamaño, su potencia es menor (equivalente a una batería de Niquel-Cadmio).
Vía: Xataka
Enlace: Universidad de Stanford
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