Según informó la pasada semana el Ministerio de Fomento, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, ADIF, ha unificado el control de toda la red ferroviaria, tanto convencional como de alta velocidad, en un solo centro de control situado en la estación de Madrid-Atocha, y que sustituye al anterior centro de control situado en Madrid-Chamartín.
Este centro de gestión de red (CGRH24) permite centralizar e integrar la información que recibe de todos los puestos de mando de la red convencional y del Centro de Regulación y Control (CRC) del tráfico de alta velocidad, lo que implica tener controlado un total de 13.300 kilómetros de vía.
La sala de control tiene 120 metros cuadrados, en los que alberga los puestos de los operadores de todas las áreas, tanto las relativas a la gestión de la circulación como las que se integran en este centro: estaciones, mantenimiento de infraestructura, comunicación y relaciones externas, y seguridad y protección civil; lo que permite agilizar la respuesta en caso de surgir cualquier tipo de incidencia en la red.
Por otra parte, el CRC que se encontraba en Madrid-Atocha se ha remodelado para convertirse en el centro de la red de alta velocidad, unos 1.579 kilómetros, y asumir las futuras ampliaciones de dicha red.
Vía: Treneando
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