El mundo del ferrocarril se ha vuelto a ver convulsionado tras la tragedia ocurrida ayer cerca de Bruselas, Bélgica, cuando dos trenes de cercanías chocaron, quedando empotrados y con sus frontales suspendidos en el aire.
El accidente ha dejado 18 muertos y decenas de heridos. Tras las primeras investigaciones, las posibles causas del siniestro apuntan a que, uno de los dos trenes, podría haber ignorado un semáforo en rojo. No obstante, también se baraja que, debido al mal tiempo reinante en la zona con continúas heladas y nevadas, el sistema eléctrico de señalización haya fallado.
Además, se ha sabido, tras unas declaraciones realizadas por el director gerente de la empresa de infraestructuras Infrabel, Luc Lallemand, que el accidente podría haberse evitado si los dos trenes siniestrados hubieran contado con sistema de freno automático. Y es que, al parecer, solo uno de ellos contaba con este sistema, el cual se estaba implantado tras un accidente similar ocurrido hace 9 años.
Enlace: elmundo.es, Choque de dos trenes cerca Bruselas
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