Eran las dos de la tarde de ayer, 15 de octubre, cuando la tuneladora Sissi concluyó, tras 15 intensos años de trabajo, la perforación del nuevo túnel ferroviario de San Gotardo, situado en la montaña que separa Faido de Sedrun (Suiza). El nuevo túnel, que tendrá 57 kilómetros de longitud y dos galerías, una por vía, será el más largo del mundo cuando se abra al tráfico en el año 2017, superando los 53,8 kilómetros del corredor ferroviario de Sei-Kan, el cual une las islas japonesas de Honshu y Hokkaido.
Junto a los túneles de Lötschberg, en servicio desde 2007, y de Monte Ceneri, que debería estar listo en 2019, el nuevo túnel de San Gotardo se convertirá en el eje central de la nueva ruta ferroviaria alpina por Suiza. Las tres rutas son el corazón del llamado Pasillo 24, el proyecto europeo para el transporte de alta velocidad para mercancías y pasajeros que conectará Génova con Rotterdam.
Realizado por la empresa AlpTransit, se empezó a sondear en 1993, y las perforaciones comenzaron en 2003. Desde entonces, se han extraído 24 millones de toneladas de roca y ocho mineros han fallecido en las obras.
Hay que destacar que el túnel se ha perforado a unos 550 metros sobre el nivel del mar, bajo un monte de 2.500 metros. El trazado es casi llano, con menos pendientes que el anterior, lo que permitirá ganar velocidad, ahorrar energía y transportar mercancías más pesadas. El presupuesto superará los 4.600 millones de euros.
Enlaces: El Pais, Diapositivas sobre la construcción del túnel
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