No obstante, y según el investigador Thomas Cannon, se ha conseguido demostrar que una aplicación puede no pedir ningún tipo de permiso y engañar al sistema operativo Android para que se instale, con lo que la seguridad de dicho sistema se verá comprometida al 100%, ya que desde un equipo se tendría el control total de los dispositivos.
Al parecer, y siempre según palabras de Cannon, el problema es sobradamente conocido por los desarrolladores de Android, y existe desde la versión 1.5 (Cupcake) hasta la más reciente 4.0 (Ice Cream Sandwich), por lo que estamos ante un error de seguridad muy grave. En el siguiente vídeo, se explica como explotar el fallo y hacerse con el control de un dispositivo con Android:
Vía: Xataka Android
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