domingo, 7 de febrero de 2010

El Talgo directo Madrid-Aranda-Burgos puede tener los días contados

Tras las últimas buenas noticias relacionadas con la línea del directo Madrid-Aranda de Duero-Burgos, los nubarrones negros vuelven a verse en el horizonte que marca el futuro de dicho ferrocarril y de su único, por ahora, servicio de viajeros.

Recientemente, la Comisión Europea ha declarado que las ayudas que recibe Renfe de la mano del Estado, concretamente del Ministerio de Fomento, son ilegales al no ser compatibles con la legislación que rige en la Comunidad Europea, por lo que el mencionado ministerio tiene el 1 de julio como fecha tope para eliminar las subvenciones a Renfe.

Por lo tanto, y como señalan desde la Plataforma Ciudadana por el Ferrocarril de Aranda de Duero, el Talgo que une Madrid y Burgos por la localidad ribereña, un servicio deficitario para Renfe, tiene los días contados.

Evidentemente, y como he mencionado otras veces, hay soluciones como la puesta en marcha de servicios regionales que unan Aranda con Burgos y/o Madrid o un cambio de horarios que permita a los viajeros que se desplazan de Madrid y/o Burgos a Aranda optar por el ferrocarril en vez de por el autobús.

Solamente un cambio en la política comercial de Renfe o que la Junta de Castilla y León o la Comunidad de Madrid aporten las ayudas necesarias, pueden salvar al directo Madrid-Burgos. Yo quiero seguir viendo pasar trenes por el Directo, ¿y vosotros?

Enlace: Diario de Burgos

2 comentarios:

pablo dijo...

hola emilio, soy pablo de turismoytren. Desearía realizar un intercambio de links con tu site. Recibe un cordial saludo y quedo a tu disposición para cualquier cosa.

Erlo dijo...

Noticia tan increíble como por lo visto cierta y escandalosa, y en fuerte contradicción con lo que fue publicado en esta bitácora el 29 de enero del año en curso (obras de mejora de estaciones y de las mismas vías férreas).

Y esta vez la culpa está en la burocracia de Bruselas: Desde allí ninguna objeción contra los miles de millones de euros que mi gobierno (el alemán) pagó a bancos y a las fábricas de automóviles, pero sí en contra de la pequeña subvención que cuesta al gobierno español el mantenimiento de una línea ferrocarril que respalda la futura red de comunicaciones - para decirlo con la palabra de moda - sostenibles.