Situada en la calle Cavanilles, junto a otras instalaciones de la sede social de Metro de Madrid, la Nave de Motores de Metro de Madrid, que forma parte del centro de interpretación Metro Andén 0 junto a la estación fantasma de Chamberí, será declarada Bien de Interés Cultural por parte de la Comunidad de Madrid.
Esta nave, que se finalizó de construir en el año 1923, se realizó con el fin de resolver las posibles insuficiencias de suministro eléctrico y de prestar un mejor servicio a la red del metropolitano madrileño.
Se trata de una central que era capaz de transformar la corriente eléctrica suministrada por las compañías y generar su propia energía mediante la utilización de tres grandes motores diésel, de 1.500 caballos cada uno, adquiridos en Alemania. Los motores llegaron a proporcionar energía al resto de las subestaciones de Metro, a la misma ciudad de Madrid y, en 1925, a las propias compañías eléctricas. Durante la Guerra Civil, suministró electricidad para el uso de la población madrileña.
Los ingenieros José María y Manuel Otamendi fueron los encargados de realizar la instalación de toda la maquinaria, mientras que Antonio Palacios se encargó, como en otras muchas instalaciones de la red de Metro de Madrid, del proyecto arquitectónico, con el que comenzó el uso de los azulejos en los edificios auxiliares del suburbano, uso que es la imagen de la compañía.
Fue en el año 2005 cuando, tras más de treinta años de cierre, el Ayuntamiento de Madrid y Metro de Madrid acordaron la apertura, y el acceso al público, de la Nave de Motores (lo mismo se acordó para la estación de Chamberí).
Vía: Vía Libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario