Mal empezó el año nuevo para Renfe y Adif, y evidentemente, para los pasajeros que iban en el tren Alvia que rompió un trozo de catenaria debido al enganchón del pantógrafo con el hilo del que toman la corriente.
El suceso ocurrió el día 1 de enero a la altura de Estépar (Burgos), poco después de pasar la estación de Quitanilleja, obligando a cortar las circulaciones previstas para la línea Madrid-Irún entre las 11:45 horas y las 18:30 horas.
La avería afectó a los 132 pasajeros del Alvia y, según Renfe, a unos 800 usuarios de otros servicios previstos durante la franja horaria mencionada: seis de larga distancia (Salamanca-País Vasco y viceversa, País Vasco-Galicia y viceversa, y Galicia-Barcelona y viceversa) y tres regionales.
La solución a la que se suele recurrir en este tipo de casos, es el trasbordo de los pasajeros por autobús: en este caso concreto, se trasladó a los viajeros desde Burgos a Palencia y viceversa. No obstante, no estaría de más, contar con otros medios ferroviarios como locomotoras o automotores diésel para poder trasladar a los viajeros lo antes posible a sus lugares de destino y sin tanto trasbordo auntobús tren.
Enlaces: Diario de Burgos, elmundo.es: pesadilla en el tren
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